Luego de haber juntos celebrado en el año 2022 nuestras Bodas de Oro, nos hemos preparado para fortalecer y reafirmar nuestra vocación de educar y formar niños y jóvenes de correcto pensar, sentir y obrar. 

Necesitamos seguir creciendo y dejando bases sólidas en este camino de la mano de cada uno de los padres de familia que año a año nos confían la educación de sus hijos, para juntos poder transformar sus vidas, convirtiéndolos en hombres y mujeres autónomos, solidarios, gratos, perseverantes, compasivos, íntegros y respetuosos aportando desde nuestra labor como educadores y padres de familia con una mejor sociedad, más justa y plenamente humana. 

Sabemos de la relevancia de la adquisición de lo cognitivo pero también estamos convencidos que sentir nos enseña, que las emociones son un puntal importante en la conducción de niños y jóvenes, inmersos en un mundo que cambió, que es globalizado, que tiene en el día a día satisfacciones y desilusiones instantáneas a través de las redes sociales. Es ahí donde jugamos un papel determinante, desde el colegio en estrecha relación con el hogar, para enseñar que en los vínculos y en la presencia física con el otro tiene una trascendencia  superior y que el conocimiento cala más en la mente y el corazón cuando el entusiasmo por aprender siempre está motivado por nuestros educadores y padres.

Desde este rectorado y cada uno de los miembros de la familia CENU, estamos comprometidos con nuestra vocación, nos hace feliz poder educar y anhelar que nuestros alumnos vayan dejando huellas indelebles en los espacios en los que les toque ser protagonistas. 

Tener 50 años de vida institucional nos interpela día a día en el desafío de ser mejores personas, mejores estudiantes, mejores docentes, mejor colegio. 

Muchas gracias por confiar en nuestra trayectoria de cincuenta años de educar con calidad académica y calidez humana.