Pensar, sentir y aprender

Para determinar cómo se relacionan los pensamientos y sentimientos con el aprendizaje, podemos considerar aspectos importantes. Begoña Ibarrola, experta en inteligencia emocional, menciona que investigaciones recientes han confirmado que el aprendizaje es un proceso innato y placentero para nuestro cerebro, muy relacionado con nuestras experiencias que acompañan a las emociones. La percepción y la emoción van de la mano como una moneda de dos caras, afectando tanto a alumnos como a profesores y si las emociones resultan placenteras, estas se convierten en el “pegamento” del nuevo conocimiento y se fijará en la memoria por siempre.
Esta postura es reafirmada por la Dra. Margarita Amestoy de Sánchez (+). Los procesos mentales no están separados de las emociones, sino que están íntimamente relacionados. No hay pensamiento sin sentimiento, y no hay sentimiento sin pensamiento. Lo que pasa es que la mente tiene diferentes niveles de procesamiento, y muchas veces percibimos estos niveles como inconscientes, entonces cuando expresamos nuestras emociones, creemos que no estamos pensando y que es el subconsciente el que determina cómo lo hacemos. reacciona y cómo responde a la situación. Todo depende de qué elementos están funcionando en ese momento. Algunas personas son muy emocionales, gobernadas por el componente emocional de sus pensamientos, mientras que otras son gobernadas por el componente racional de su mente. Este sistema se llama polarización. Sin embargo, es posible modificar los componentes y reconstruir patrones tanto mentales como emocionales.
Por otro lado, Marc Brackett psicólogo investigador, director fundador del Centro de Inteligencia Emocional de Yale en su libro Permiso para sentir, expone que nuestra vida está conformada por las emociones, son críticas para la cognición, salud física y relaciones, pero la mayoría de nosotros no sabemos cómo identificar exactamente lo que estamos sintiendo y por qué. Afortunadamente, todos podemos mejorar nuestra inteligencia emocional practicando habilidades emocionales. Debemos reconocer nuestras emociones, comprender de dónde vienen y manejar nuestros factores desencadenantes, al permitirnos sentir verdaderamente todas nuestras emociones, podemos reducir significativamente el estrés y aumentar nuestro bienestar.
Del mismo modo la Dra. Marián Rojas Estapé, Psiquiatra y escritora nos permite comprender cómo funciona el cerebro y el cuerpo nos ayuda a llevar una vida más consciente y a manejar nuestras emociones y estrés de manera saludable a través de métodos como la meditación, la respiración o la práctica de deportes nos ayuda a llevar una vida más consciente y a manejar nuestras emociones y estrés de una manera forma saludable. Si no entiendes lo que está pasando en tu mente, te vuelves esclavo de tus síntomas físicos y mentales y vas por la vida como una persona perdida.
En resumen, los humanos somos seres interconectados, y el cerebro humano es como una configuración de influencias, emociones, sentimientos, actitudes y valores que guían a una persona y determinan su comportamiento, formando el perfil emocional del cerebro.
Nuestro ecosistema educativo debe aprender a identificar las emociones para convertirlas en insumo del aprendizaje significativo y potencializar nuestros talentos en beneficio personal, laboral y social.
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